Almacenamiento en bloques (Block Storage): claves y ámbitos de aplicación
Ámbitos de aplicación del block storage
El almacenamiento en bloques tiene muchas ventajas, sobre todo en las bases de datos. El motivo es la elevada velocidad a la que se pueden leer y escribir los datos. Las bases de datos transaccionales deben adaptarse constantemente. De ahí que el block storage ofrezca aquí muy buenos resultados, mientras que, en el caso de otros métodos de almacenamiento, siempre hay que contar con tiempos de espera. No es precisamente adecuado para utilizarse en empresas. En el caso de las máquinas virtuales también se utiliza el block-level storage. Con la tecnología es fácil preparar las memorias para la virtualización.
Ventajas | Inconvenientes |
---|---|
Alta velocidad | Precio elevado |
Poca latencia | Sin metadatos |
Redundancia |
Ventajas e inconvenientes del almacenamiento en bloques
A diferencia de otros tipos de almacenamiento de datos, este es especialmente rápido y realmente redundante. Cada bloque posee una dirección individual que permite acceder a los datos. Otros métodos de almacenamiento apuestan para ello por los metadatos, en parte, incluso en cantidades muy grandes. La falta de esta información adicional puede tener sus ventajas, pero también sus inconvenientes. Si bien es cierto que los bloques son muy pequeños y se puede acceder a ellos directamente, si uno quiere depositar metadatos de forma consciente, necesitará una base de datos adicional. El gran inconveniente del block storage es el precio, ya que las SAN requieren un hardware costoso.
¿Qué es el block storage?
Mientras que con el almacenamiento en archivos se depositan archivos enteros en un sistema de carpetas, en el almacenamiento en bloques los datos se guardan en forma de bloques. Y se guardan allí donde el sistema considera que es más práctico en bloques equitativos. Los archivos pierden así su verdadero significado y no pueden ejecutarse ni abrirse fácilmente. Para poder encontrarlos de nuevo, a cada uno se le asigna una dirección. Así, cuando el servidor recibe una consulta, puede localizar los datos, volver a unirlos y, después, entregarlos.
Por lo general, el block storage se lleva a cabo en una red de área de almacenamiento (SAN). De esa manera la memoria de datos está disponible para varios servidores a través de una sola red. Todo se realiza a través de un software que se encarga de la localización de los bloques. Mientras que el almacenamiento en SAN se desarrolló en sus inicios de forma parecida a una LAN, con conmutadores y hubs, hoy en día también se ejecuta en entornos de nube. En ese caso hablamos sobre todo de block-level storage. Con ello se persigue un sistema compuesto por discos duros, como se utiliza de forma tradicional.
Por lo general, en una SAN la comunicación tiene lugar a través de canal de fibra (FC) o de Internet Small Computer System Interface (iSCSI). El canal de fibra consiste en una interfaz que se desarrolló para realizar transmisiones a alta velocidad. En cambio, el procedimiento iSCSI utiliza TCP y Ethernet y, con ello, puede integrarse fácilmente en las redes existentes.
En lo primero que nos fijamos de las memorias es en el espacio que ofrecen. Tanto en el sistema local como en la nube, el espacio de memoria debe responder a las necesidades. Pero no todas las memorias son iguales: existen distintas formas de guardar datos en los sistemas. En ese sentido, la relación entre diversos aspectos, como la velocidad y la efectividad del uso de la memoria, desempeñan un papel fundamental.
Los usuarios pueden elegir entre almacenamiento en bloques (block storage), en archivos (file storage) y en objetos (object storage). Cada sistema tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Te explicamos cuáles son las características del block storage.