Fundamentos del diseño web primera parte: planificación

En el diseño de una página web, cuanto mejor sea la planificación, más fácil será la implementación. Independientemente del propósito de la web, ya sean fines privados o comerciales, planear bien la concepción de una página web es esencial para recibir beneficios en el futuro. Por lo tanto, es fundamental contar con el tiempo necesario para generar ideas, considerar opciones de diseño e implementarlas.  Para contar con una presencia online estructurada, es recomendable considerar e incorporar los elementos que enunciamos a continuación.

Antes de comenzar con el diseño de una página web es importante aclarar qué se quiere lograr y a quién se quiere llegar; más específicamente, ¿cuál es el propósito de tu web? Esta será la base de todo el trabajo y lo que orientará cada componente de la web hacia el mismo objetivo. Por ejemplo, dentro de las intenciones de una web estarían aumentar la visibilidad de su contenido, informar o publicar anuncios comerciales.  En caso de que la web tenga fines comerciales, el propósito será ganar clientes y vender productos. Para cualquier empresa o institución es fundamental tener una buena presencia online, de lo cual una gran parte, se le atribuye al  diseño web.

Público objetivo y las expectativas en cuanto a usuarios

El target group o público objetivo es clave a la hora de elegir el diseño más apropiado para una página web, por lo que se debe determinar a quién se quiere llegar con el contenido de una web, manteniendo siempre los propósitos en mente. Independientemente de si se trata de un portal informativo, un foro temático o una tienda online, solo aquellos que conocen su público objetivo podrán encaminar su web hacia las necesidades de sus usuarios.

Muchos sectores han establecido normas relativas al contenido y a la presentación de su información. Por ejemplo, para las páginas de e-Commerce es prioritario implementar funciones de búsqueda prácticas, así como una apropiada clasificación de los productos. Cada industria y cada grupo objetivo gozan de ciertas peculiaridades que caracterizarán el contenido y la presentación de una web. Incluso cuando una página web tiene que ceñirse a ciertas normativas, siempre será fundamental conocer las expectativas de los usuarios.

La estructura y el mapa de la web

El siguiente punto a considerar es la estructura de la página web. Para esto, la mejor opción es crear un mapa del sitio web, es decir, un diagrama con una lista de enlaces que ilustrará la estructura de la web. No importa si se hace en papel o en el ordenador, lo más importante es visualizar la jerarquía para estructurar el contenido y la navegación. Con un mapa de la web se determina qué enlace conducirá a qué página, dependiendo de su importancia, además de ofrecer una breve descripción del respectivo contenido. Es importante recordar que la estructura de la página web debe ser clara y no debe incluir demasiadas subpáginas sobre un mismo tema.

El diseño de la página web

En estrecha relación con la preparación del mapa del sitio web se encuentra el diseño. Esto no hace referencia necesariamente al diseño final, sino en principio al montaje y función de los diferentes contenidos dispuestos para cada página. Por ejemplo, la localización de los índices, la manera en la que accederán los usuarios a los subelementos del menú, la ubicación del logotipo de la empresa, etc. Aquellos otros aspectos a considerar cuando se traza el esquema de una web dependerán en gran medida del contenido. Otras funciones relevantes para la integración y el posicionamiento incluyen:

• Función de comentario para los usuarios
• Social Media Buttons para que los visitantes puedan compartir el contenido
• Anuncios, banners y vídeos de los anunciantes
• Enlaces a programas de afiliación de empresas asociadas o anunciantes

Además, desde el principio se debe considerar si se quiere o no, optimizar la web para diferentes dispositivos (PC, tablets, smartphones, etc.); lo que es altamente recomendable. Ajustar una web para su correcta visualización en diferentes pantallas, evitará la constante adaptación de componentes y ajustes individuales en un futuro.

Aunque hasta hace unos años era necesario tener conocimientos en programación y diseño para crear una página web, hoy no se necesita ser un experto para crear o gestionar una web. Para quienes se están adentrando en el mundo del diseño, los gestores de contenido, también conocidos como Content Management Systems (CMS), son la solución perfecta para crear fácilmente una página web. Estos proporcionan a los usuarios una interfaz gráfica clara e intuitiva con la que crear y organizar sus componentes, por lo que ya no son necesarios amplios conocimientos en programación, aunque claramente nunca están de más. Las características de cada gestor de contenidos varían en función del propósito de la web y de las necesidades de su administrador. Hay versiones gratuitas y de pago. Para estas últimas es común que una mayor disponibilidad de funciones vaya asociada a un precio más alto.

Si se quiere crear una página web profesional siempre es recomendable estar familiarizado al menos con los idiomas básicos de programación HTML y CSS. Estos permiten mayor libertad en cuanto a la estructuración y el diseño básico de la web. Desarrollar una página web desde cero y hacerlo por medios propios aun cuando no se es un experto, conlleva una gran responsabilidad. Crear una web manualmente implica encargarse personalmente de modificar el código fuente, del mantenimiento y de las actualizaciones, a diferencia de los CMS, en donde esto se realiza de manera automática.  

Como última opción siempre será posible encargar el diseño de una web a una agencia especializada o a un diseñador externo. En este caso, es fundamental considerar que los derechos sobre el diseño no pertenecen al propietario del sitio y, además habrá que transmitir exactamente las intenciones para que las ideas propias sean ejecutadas de la forma más detallada posible.  Así, independientemente del método utilizado, una parte fundamental en el desarrollo de la web será siempre una correcta planificación.

Una vez se ha determinado el contenido de la página web, se tiene una estructura clara y se ha decidido cómo se abordarán los detalles sobre el diseño, es posible organizar un calendario. Este deberá ser actualizado periódicamente y ser lo suficientemente flexible como para adaptarse a las posibles nuevas condiciones del proyecto online. Para proyectos más grandes seguramente será necesario dividirlo en diferentes etapas (por ejemplo, la redacción de los textos, la aplicación de las plantillas de diseño, etc.). Este calendario deberá considerar todos los vértices pertinentes, sin ser apresurado, así como incluir áreas o momentos en los que haya que editar aspectos en determinados escenarios. Un buen calendario siempre ofrecerá tiempo para correcciones y ajustes necesarios.

Una vez cubiertos todos los aspectos mencionados anteriormente, se puede decir que la columna vertebral de la página web se ha estructurado. A continuación, solo hará falta aplicar las respectivas  características individuales. En la segunda parte del artículo Fundamentos del Diseño Web, se encontrarán consejos sobre cómo crear una página userfriendly, así como aquellos aspectos a considerar a la hora de elegir colores y logotipos.