WebM: todo lo que debes saber sobre el formato de Google

Con el apoyo de Google, en 2010 vio la luz un nuevo formato de archivo multimedia en Internet. WebM representa una alternativa de código abierto a otros formatos de vídeo (sobre todo a MP4) y está ideado, principalmente, para su uso en Internet en combinación con HTML5. ¿Pero qué puede hacer el formato WebM que no puedan hacer los demás formatos de vídeo?

WebM es un formato contenedor (con extensión *.webm) para archivos multimedia, es decir, para vídeos y archivos de audio. En el mismo contenedor se utilizan los códecs de vídeo VP8 y VP9, así como los códecs de audio Vorbis y Opus. En la conferencia de Google I/0 2010, la empresa anunció su plan de que WebM fuese desde el principio una alternativa al formato existente MP4 con su códec H.264. El consumidor puede utilizar este último sin coste alguno cuando ve un vídeo, pero los desarrolladores que quieren trabajar con el códec deben pagar los derechos de la licencia. Por el contrario, WebM es un proyecto de código abierto con el que cualquier persona puede trabajar sin tener que pagar derechos por ello.

WebM está ideado para su uso con HTML5. Los códecs VP8 y VP9 están concebidos para que en aquellos casos en los que deba llevarse a cabo una compresión considerable, la extracción pueda producirse aún con poca potencia de cálculo. El objetivo de este diseño es permitir la reproducción de vídeos de Internet en prácticamente cualquier dispositivo (sin importar si se trata de un ordenador de sobremesa, una tablet, un smartphone o un dispositivo multimedia como una Smart TV). No es de extrañar que Youtube, siendo filial de Google, convierta todos sus vídeos al formato WebM, independientemente del formato del archivo original. A pesar de todo, Youtube sigue soportando H.264 para aquellos que no pueden reproducir WebM.

WebM se ha convertido en un asunto político dentro de la comunidad internauta. Mientras Google intenta con todas sus fuerzas consolidar este formato de audio y vídeo, otros importantes agentes del mercado como Apple o Microsoft se aferran a formatos como MP4. El motivo principal es, sobre todo, el sistema de patentes: ambas empresas de software utilizan una agrupación de patentes de MPEG-LA, ya que esta se encarga de mantener las patentes de los códecs usados y cobran derechos de autor por ellos. Google está tratando de eludir estas patentes con WebM.

Esta situación ya ha desembocado en problemas jurídicos en el pasado, siendo el códec VP8 el punto de discordia. Varias empresas han criticado que se ha hecho caso omiso de su patente de códecs. Google habría llegado a un acuerdo con MPEG LA, sin embargo, Nokia no forma parte de esta agrupación de patentes y cree que se han ignorado sus derechos. Una primera demanda, en la que la empresa se enfrentó ante los tribunales a su competidor HTC, cuyos dispositivos soportan V8, se vio desestimada por el tribunal regional de Mannheim.

Para incorporar archivos WebM en tu propia web, solo hace falta la etiqueta de vídeo HTML5.

WebM recibe soporte de fábrica de los principales navegadores web: Chrome, Chromium, Firefox y Opera, de forma que no requieren ninguna instalación adicional para reproducir el formato. En el caso de Edge sí que necesita un plugin adicional. Por su parte, Safari de Apple también se puede equipar para reproducir el formato WebM, al menos en la versión para escritorio. El problema se presenta, principalmente, para los usuarios de iPhone y iPad: estos deben instalar un software adicional para poder reproducir el formato de vídeo en sus dispositivos.

El programa más popular para reproducir archivos WebM video es, probablemente, VLC Player. Este también está disponible para dispositivos que usan el sistema operativo iOS. Por ejemplo, Winamp y Kodi también son capaces de reproducir archivos WebM, así como Windows Media Player 12, sin embargo, en este caso es necesario instalar los Media Foundation Components de WebM. Después también se pueden reproducir vídeos en formato WebM en Internet Explorer.

Mientras que WebM es relativamente joven, hace muchos años que se viene utilizando MP4 (MPEG-4 Parte 14) y H.264. Debido a su antigüedad este formato y el códec se han convertido en un estándar: encontrarás pocas aplicaciones que no soporten MP4. Además de los servicios de Internet y de los softwares para PC y MAC, muchos otros dispositivos (como videocámaras) también pueden utilizar MP4. El alto grado de aceptación hace que el formato sea interesante tanto para fabricantes como para usuarios.

Pero Google se ha marcado un tanto con el carácter de código abierto de WebM: utilizar el formato no supone ningún coste para fabricantes, desarrolladores ni usuarios finales. Además, el software se distribuye bajo licencia abierta BSD.

El entramado detrás de la licencia de MP4 o H.264 es opaco: la mayoría de los usuarios, incluso aquellos que crean vídeos de manera profesional, no saben si con la compra de hardware o software disponen de una licencia válida o si cualquier vídeo infringe el derecho de la licencia. WebM elimina esta confusión. La MPEG LA ya anunció en 2010 que el uso del códec H.264 sería también gratuito en el futuro, siempre que los vídeos creados ya fueran gratis para los usuarios.

Para muchos usuarios es más importante el rendimiento de ambos formatos que las controversias alrededor de sus patentes: por algo será que H.264 se ha colocado como líder de los códecs en los últimos años. La calidad de los vídeos MP4 de esta codificación se considera en general muy buena. H.265 lo supera en algunos aspectos. WebM también convence por la calidad de la imagen y el audio, pero VP8 no llega a alcanzar el nivel de H.264. En qué medida la calidad de la imagen de VP9 se acerca a H.265 (también conocido como HEVC) es un tema controvertido; algunos opinan que ambos son iguales, mientras que otros dicen que la calidad de VP9 no alcanza la de H.264.

Otras dos características determinantes al comparar los códecs son el tamaño del archivo y la velocidad de la codificación y decodificación. Ambos influyen directamente en la utilidad: para una transmisión rápida de datos por Internet, el tamaño debe mantenerse lo más pequeño posible. Esto cobra especial relevancia en el ámbito de Internet móvil. H.264 tiene mala reputación por crear, en comparación, archivos grandes. Al mismo tiempo, la decodificación en el sitio del usuario transcurre rápidamente y no es especialmente engorrosa. Esto tiene mucho que ver, una vez más, con la universalidad del códec. El hardware de muchos dispositivos ya soporta la decodificación de vídeos H.264.

No es el caso de H.265, algo que probablemente tenga mucho que ver con los altos costes de la licencia que deben pagar los fabricantes de hardware. Para los códecs más modernos hace falta mucha potencia de cálculo, lo que puede suponer un problema, especialmente para los smartphones. WebM está pensado especialmente para aplicaciones de reproducción y ofrece buenos resultados tanto en términos de tamaño del archivo como de velocidad. No obstante, la falta de universalidad se advierte notablemente. A pesar de que muchos dispositivos Android ofrecen soporte para VP8 y fabricantes de televisores como LG, Samsung o Sharp equipan sus dispositivos con soporte para VP8/VP9, de momento, los iPhones, iPads y otros dispositivos de Apple deben apañárselas sin soporte para hardware. En este caso, se puede esperar un rendimiento mucho más pobre.